En Valdivia, durante el terremoto de 1960, sucedió lo que decía Rodrigo E.: una señora iba caminando por la Costanera de la ciudad cuando se desató el terremoto. Justo a sus pies se abrió una grieta en la que cayó. Inmediatamente la grieta se cerró (con ella dentro) y segundo más tarde volvió a abrirse. Dicen que la mujer salió por su propio pie pero yo prefiero pensar que fue escupida. Un abrazo, PABLO GONZ
Se lo tragó!
ResponderEliminarSuele pasar... muy a menudo.
ResponderEliminarLo bueno es que a veces el mundo vomita.
En Valdivia, durante el terremoto de 1960, sucedió lo que decía Rodrigo E.: una señora iba caminando por la Costanera de la ciudad cuando se desató el terremoto. Justo a sus pies se abrió una grieta en la que cayó. Inmediatamente la grieta se cerró (con ella dentro) y segundo más tarde volvió a abrirse. Dicen que la mujer salió por su propio pie pero yo prefiero pensar que fue escupida.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ
Vaya glotonería.
ResponderEliminarBlogsaludos
Yo soy más, sobre todo últimamente, de como dijeron Los Secretos "Si el Mundo quiere ir tan deprisa le dejo paso ya sabe llegar"
ResponderEliminarQuizá es que toda la gente queremos comernos el mundo y entre todos nos convertimos en un mundo que se come a toda la gente.
ResponderEliminarUn saludo, Su.
Sí, sí: calculó mal... (o eso o es uno de los que se merecen que les paren los pies!!)
ResponderEliminarUn saludo