De pronto calló, se hizo silencio aunque siguiera presente. Sabía que estaba ahí, observando, pendiente de cada uno de sus pasos. Aunque le desconcertaba no saber de sus vivencias, estaba tranquila porque para ella siempre tenía unas palabras que decir.
Le encantaría encontrar la manera de establecer un puente entre los dos, sin intermediarios, donde él supiera de ella y ella de él.
Un día volvió a hablar, desde el corazón. Ella comprendió su tristeza y le tendió su mano. El puente comenzó a construirse.
A lo largo de botar en muchos curros,cursos y demás, más o menos tiempo, siempre me ha quedado el regusto amargo de perder contacto con alguna gente a la que me hubiera gustado conocer mucho más, aún cuando últimamente me este volviendo algo paranoico.
ResponderEliminarBonito cuento, donde se construyen puentes.
ResponderEliminarUn saludo indio
Con un poco de predisposición, ya el puente está contruido.
ResponderEliminarAbrazos
La sinceridad construye peldaños
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