sábado, 2 de febrero de 2013

Mi mamá... 

…me mima, dice que me quiere mucho. Desde siempre ha estado luchando por mí. Que si siempre buscando al mejor médico, operaciones aquí y allá, que si me lleva a la piscina para que haga ejercicio, que si mejor hablar con Juan el político, que tiene contactos, para que nos paguen las prótesis que necesito para caminar mejor, que si denuncia al hospital porque no me dan cita y yo necesito la rehabilitación todos los días. Y todo, según me dice, para que sea una niña como las demás. Mi mamá dice que me quiere mucho, pero no es feliz. Yo tampoco. No me deja ser como las amiguitas que no tengo. Yo creo que en verdad sólo quiere a la niña que no soy. 

Su 


Mi mamá... 

... me mima: me dice que me quiere mucho, que siempre me defenderá. Es ella quien coge las citas y me acompaña después al hospital, cuando he tenido algún problema. Me lleva de tiendas, a comprar ropa y zapatos especiales; a tiendas de ortopedia y sex shops, donde me compra el otro material. Mamaita nos trata a todas bien, no sólo a mí, pero yo soy su preferida: es a mi a quien encarga esos otros trabajos, los especiales. Siempre nos cobra la comisión justa, ni un penique más, y está al loro por si se cuela algún pervertido, para protegernos. Entonces, llama a papaito, que con sus músculos de acero le da una buena somanta de palos.


Dos historias. Ambas con un mismo comienzo.  Inspirada la una en la otra.