sábado, 29 de agosto de 2015

Tres a uno

Con la una fornicó, a la otra confió sus más profundos secretos y con la última conoció lo que es el amor. Eran tres cuando la conoció, lo era todo cuando la perdió.

lunes, 24 de agosto de 2015

Correspondencias


Después de aquél verano en la playa continuaron compartiendo sus vidas en manuscritos que viajaban de norte a sur, de sur a norte. Estaban llenos de anécdotas, de nostalgias, de sueños con un pronto reencuentro, pero nunca ocupaban ni siquiera un renglón de esas cartas con lo que sentían el uno por la otra, la una por el otro. No eran capaces. Sus sentimientos estaban atrapados en sus corazones, y por alguna razón, no se desplazaban hacia sus brazos derechos para ser plasmados en el papel.

Una noche, cuando ya estaba finalizando la carta del día, su corazón bombeó más fuerte que nunca. En décimas de segundo el impulso modificó su recorrido y llegó hasta el cerebro, de allí hasta su mano derecha, la que sujetaba el bolígrafo de tinta verde con el que siempre le escribía. Sin apenas darse cuenta, quedaron dibujadas unas letras que lo decían todo “et uqeiro”   

domingo, 23 de agosto de 2015

Valiente cobarde







Me diste la enhorabuena por haber sido capaz de abrir mi corazón y lanzarte todos mis sentimientos. Yo me convertí en un ser vacío cuando volteaste antes de recogerlos y se rompieron contra el suelo. 


viernes, 21 de agosto de 2015

La puerta


Tras esa puerta ya desvencijada quedaron atrapados, entre las telas de arañas del pasado, encuentros, carcajadas, lágrimas, miradas cómplices, decepciones, sueños,… Hoy vuelvo a estar frente a ella. Mis ojos intentan escurrirse entre las grietas de la madera intentando adivinar si lo que esconde ya es la nada, o si por el contrario, todo permanece. Mi mano sudorosa permanece inmóvil, incapaz de acercarse a la manilla para transformar la adivinanza en realidad. Mi mente da vueltas incesantemente sobre la idea de si es mejor abrirla o dejarla estar. Mi corazón, latiendo con toda su intensidad, anhela recuperar lo que probablemente ya está enterrado bajo el polvo. Permanezco frente a esa puerta que separa mi pasado de mi presente, de mi futuro. Doy la vuelta a la llave, respiro aliviada, quiero vivir, no revivir.