Tras esa puerta ya desvencijada
quedaron atrapados, entre las telas de arañas del pasado, encuentros,
carcajadas, lágrimas, miradas cómplices, decepciones, sueños,… Hoy vuelvo a
estar frente a ella. Mis ojos intentan escurrirse entre las grietas de la
madera intentando adivinar si lo que esconde ya es la nada, o si por el contrario,
todo permanece. Mi mano sudorosa permanece inmóvil, incapaz de acercarse a la
manilla para transformar la adivinanza en realidad. Mi mente da vueltas
incesantemente sobre la idea de si es mejor abrirla o dejarla estar. Mi
corazón, latiendo con toda su intensidad, anhela recuperar lo que probablemente
ya está enterrado bajo el polvo. Permanezco frente a esa puerta que separa mi
pasado de mi presente, de mi futuro. Doy la vuelta a la llave, respiro aliviada,
quiero vivir, no revivir.
Tiene un pulso muy poético. Me gusta.
ResponderEliminarQué poco te prodigas.
Salud.
Es bueno. Me gustó
ResponderEliminarQ bueno, muchas gracias a ambos. He estado en hibernación una temporada, alegra ver que hay recibimiento en este intento de regreso.
ResponderEliminarAbrazos