Un pinchazo en el estómago era señal de que llegaba la hora de buscar nuevos caminos. Realmente nunca se preguntó si huía, necesitaba una libertad perdida o buscaba su lugar en el mundo, sólo sabía que cuando aparecía, sus pensamientos ya no estaban en su cuerpo, y a éste no le quedaba más remedio que volar tras ellos.
Cuantas veces nos perdemos tras el pensamiento que se muda a otros cuerpos...
ResponderEliminarQue dificil es tomar las riendas tras la huida..
Saludos.
Seguir el instinto, los pensamientos... siempre es algo bueno. Me gusta
ResponderEliminarSaludillos
A mi me sugiere que el pinchazo es el hambre, lo cual lo convierte en un micro que trata con naturalidad la búsqueda del pan.
ResponderEliminarA veces no es un pinchazo sino una sensación urgente de huír. Pero hay que tener mucho valor para dejarse llevar por ella. Muy bueno.
ResponderEliminarComparto contigo, Su, esa sensación que me inunda a veces... la necesidad de querer salir, coger vuelo... Siempre encontraremos alguna rendija por la que escaparnos!
ResponderEliminarMe encanta el título Su, el resto también, pero el título, tuve que buscar el significado, y entonces todo adquiere sentido!
ResponderEliminarUn abrazo!
Bella imagen esa de ir volando por los pensamientos. Admito que me causa mucha curiosidad el título, ¿real? ¿inventado? Besos
ResponderEliminarA veces sucede, hay que ser valientes para seguirlos.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Zugunruhe
ResponderEliminarUn beso fuerte a todos-as.
Que bueno.
ResponderEliminarEso de que el pinchazo sea en el estómago es como si viniera de dentro de ti, no de fuera, no una llamada, sino tu propia llamada, la auténtica y la dificil de encontrar.
Abrazos