La mujer sintió algo diferente cuando lo vio por primera vez. Del hombre no se puede decir nada. Los caminos de la mujer y el hombre fueron coincidiendo sin pretenderlo, a ella le agradaba, a él, se intuye que también. El tiempo hizo que en ocasiones, las miradas que se cruzaban casualmente, se convirtieran en algo premeditado. La mujer disfrutaba esos momentos, del hombre… se piensa lo mismo. La mujer nunca se atrevió a verbalizar lo que su corazón le decía al oído. El hombre, no se sabe si lo escuchó. La mujer y el hombre hoy, cada uno en su mundo, se siguen mirando esporádicamente, y de sus ojos, en cada contacto, sale un resplandor de lo que pudo ser y no fue.
Cuantas veces nos hemos visto en ese silencio tácito con otra persona. Sabiendo, y a la vez sin saber. Viendo y pensando. Y a veces, incluso tomando las riendas y pasando ese muro que hay entre nuestras miradas.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
Quizá la mujer, debió tomar el papel "tradicionalmente" atribuido al hombre, y habría sido.
ResponderEliminarLa de historias perdidas por no ponerles palabras... y después todo lo demás, claro.
ResponderEliminarSaludillos
...no se qué pensar de él...
ResponderEliminarUn beso Su!
Ay, esos amores perdidos por no saber lo que siente el otro, por no atreverse...
ResponderEliminarSuerte para esa mujer :)
Abrazos
El problema de los supuestos...
ResponderEliminarUn saludo
NO DEBERÍA DE HABER INSINUACIONES DE CULPABILIDADES, AMBOS SOMOS RESPONSABLES.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Es lo que pasa cuando uno es un poco cobarde... más vale una respuesta dolorosa que una pregunta que no se hace... Que se sigan mirando pues, que a mi al menos, no me dan ninguna pena... jaja, qué duro soy eh? jajaja
ResponderEliminarUn abrazo su!!
Hay que arriesgarse, nunca se puede tener miedo a perder, o estarás perdido. Muy inspirado este micro. Me ha gustado ;) Besos
ResponderEliminarbueno, igual estaban cómodos en el mundo de los posibles, mucho más fácil que el otro...
ResponderEliminarPor qué callaron? A lo mejor, por miedo a no ser correspondidos. Qué triste.
ResponderEliminarLos amores cobardes no llegan a amores ni a historia, se quedan ahí.
Impresionante, historia que suele ocurrir en la vida real, y da una rabia....
ResponderEliminarMe gustó mucho el micro, felicidades.
Un saludo.
La sabiduría, supongo, está en saber decodificar miradas. Muchas de estas historias no prosperan porque... ¿como saber que al otro le pasa lo mismo?
ResponderEliminaro por ética, ya que no está bien visto que la lleven adelante los casados, o inseguridad, esa sensación de que ese bombón no lo puede estar mirando a uno. Como sea, de esas historias siempre se beneficia el cónyuge. Un abrazo.
Bien escrito, Su. Sigo leyendo.
ResponderEliminarAbrazos palmeros,
PABLO GONZ
Para comprobar si ese resplandor es el que nos indica que efectivamente es el que tiene que ser,
ResponderEliminarnada mejor que un saludo y algunas palabras de diálogo para empezar.
un grato placer leerte.
que tengas una bonita semana.
un abrazo.
Un amor habitando en la incomunicación, en el silencio, en la ausencia de contacto más allá de la mirada. Una historia agridulce muy bien escrita, Su. Un abrazo.
ResponderEliminarUna historia que da lugar a muchas interpretaciones. Gracias por hacerlas visibles, por pasarse, por estar.
ResponderEliminarBesos
He tardado tanto que ya lo han dicho todo. Muy bien reflejado.
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