lunes, 14 de junio de 2010

Páginas


Se había propuesto escribir un libro, pero sea por la razón que fuera, unas veces a la primera página, otras a la segunda, y alguna a la tercera, de pronto, se quedaba sin palabras. Al principio comenzaba las historias con ilusión, con muchas ideas, pero cuando sus argumentos comenzaban a carecer de sentido, sentía una gran decepción y pocas ganas de continuar. Poco a poco, cuando la costumbre le llevó a pensar que no sería capaz de hacerlo, comenzó a escribir con miedo, como presintiendo que tarde o temprano, ese final forzado acabaría llegando. Le costaba ver que todas esas historias inacabadas podrían ser diferentes capítulos de un mismo argumento, desconfiaba de ser capaz de darle sentido a su propia historia.

8 comentarios:

  1. Ese quedarse sin palabras, ese intento de escribir un libro...yo tambien he padecido ese desencanto al tratar de escribir un libro. Ahora, como no lo he conseguido, he cambiado de estrategia, ahora espero a que el libro me escoja a mi para escribirlo. No abandono mi sueño.
    Un saludo.
    P.D.: me encanta como has dejado el blog, está precioso

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  2. Me encanta esa descripción, y me identifico. Aunque yo no tengo el cambio de estrategia de Anónima ni creo que consiga escribir nada ni medio largo, "forzando" sesudamente no me sale nada. Me gusta también el cambio del blog, minimalista pero muy agradable. Y gracias por incluirme en tu blogroll

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  3. Creo que es parte de un proceso... está aprendiendo la frustración, quizá así también se escribe un libro, quizás la vida, quizás no...

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  4. A veces un sueño puedo ser el pistoletazo de salida, como si lo que vas a contar ya lo hubieras vivido y es que, los sueños son algo así como la experiencia.
    Alex

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  5. O puede que fuera más cuentista que novelista. O que le faltara paciencia para acumular las historias en su interior antes de sacarlas al aire libre.
    Prosa fluida, agradable de leer, basada en la sinceridad que trasuda.
    Mi enhorabuena por este texto,
    PABLO GONZ

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  6. La mayor parte de las historias cortas pueden tener un hilo que las hace susceptibles de ser unidas a otras. El caso es verlo, claro.

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  7. Difícil tarea tomar conciencia de la responsabilidad de ser nosotros los que llenemos nuestras páginas como queramos. Difícil pero no imposible.
    Gracias

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  8. A veces nos encerramos tanto en intentar darle "nuestro" sentido a la historia que no nos damos cuenta de que la historia ya va cogiendo su propio sentido...¡y no lo vemos!

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