jueves, 24 de junio de 2010

Noche de San Juan


Preparó todo como estaba establecido. Cogió tres papas, una la peló entera, otra la dejó a mitad, la última quedó con piel, y las tiró bajo la cama. Con ellas sabría si sería rico, tendría para vivir o no se comería una rosca. Apuntó en tres papeles los nombres de quienes podrían ser su novio, dobló cada uno dos veces y los puso en un cuenco con agua en la ventana, al rocío de la noche. No se olvidó tampoco de dejar en un vaso la clara de un huevo, a la mañana siguiente sabría su profesión.
Esa noche apenas consiguió dormir, cuando despertara tendría una nueva ilusión, buscar al hombre con el que siempre había soñado.

4 comentarios:

  1. Cuando despertó se dio cuenta de que el hombre con el que siempre había soñado, era él mismo...

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  2. Esperemos que le sirva para tirar para adelante y encontrar unas razones más sólidas para seguir con su vida.

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  3. Y ¿Cómo lo sabria?
    ¿Qué querian decir cada uno de los objetos del ritual?

    Final muy abierto.... cada uno que se proyecte como quiera

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  4. El ritual se desvanece en un sueño lleno de mortajas e improperios. Mejor buscar que esperar a que no te venga.

    Blogsaludos

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