sábado, 5 de junio de 2010

Abrazos

Cerró la puerta tras de sí. Había pasado varios días metiendo en una caja lo que se llevaría, en otra lo que tiraría, y en otra, lo que les regalaría a sus amigos para que una parte de sí misma permaneciera con ellos siempre. Sólo había algo que no consiguió meter en ninguna caja, se le escapaban según intentaba cerrar sus tapas; los sentimientos y emociones vividos allí durante aquellos años se negaban a ser encerrados.
Miraba hacia delante y esa sensación de responsabilidad sobre su futuro la llenaba plenamente, tanto que una sensación de vértigo le hacía sentir la necesidad de estar en contacto con aquellas personas que en los últimos años habían formado parte de su vida. Necesitaba de sus abrazos, esos que la llenaban de energía, que envuelven todo el cuerpo, que cuando sus pechos se tocaban, permitían que sus corazones también se abrazaran. Con ellos había reído, llorado, soñado, crecido, pero sobre todo, compartido.
Aunque se fuera, se llevaba consigo la ilusión de saber que seguirían juntos a pesar de la distancia, los abrazos que le cargarían el corazón cuando éste sintiera que flaqueara, la tranquilidad de saber que tomara las decisiones que tomara, allí siempre tendría su sitio.

4 comentarios:

  1. No estarás pensando en marcharte, ¿no? :oP
    Es muy hermoso, Su.
    Un abrazo...

    ResponderEliminar
  2. Eso pensaba yo... Un abrazo mio también

    ResponderEliminar
  3. Los abrazos son tan grandes que no caben en ninguna maleta.

    ResponderEliminar
  4. No todo lo que te llevas cabe en una maleta... no todo lo que te llevas te pesa...
    Millones de gracias!

    ResponderEliminar

Comparte palabras...