viernes, 5 de noviembre de 2010

Vaticinio

Se le partió el alma cuando se cruzaron por la calle y no le dirigió la palabra. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y un gran nudo se le aposentó en su garganta. Se quedó paralizada, sólo quería llorar.

Una lágrima en su mejilla la despertó. Respiró aliviada al darse cuenta de que todo había sido una pesadilla.

Suena el teléfono: “Tenemos que hablar

14 comentarios:

  1. ¡Vaya!, despertó con la zozobra de una nueva pesadilla.
    Un beso.

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  2. Tenemos que hablar... Me suena bien, muy pero que muy bien.
    Merece la pena la pesadilla si te despierta un sueño.
    Muy bonito.
    Un abrazo

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  3. Tenemos que hablar... y viendo aquí esta frase me resulta relativa, puede que no sea tan malo... depende de qué relación les una.
    Un abrazo!

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  4. Oh, oh, sueños premonitorios, me temo!!
    Un beso

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  5. Estoy con Maite en lo de los sueños premonitorios y soy de los que opinan que la frase "Tenemos que hablar" no suele ser nada bueno.

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  6. Tenemos que hablar. La de juego que tiene esa frase :-). Saludillos habladores

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  7. Mejor callar y que continúe la llamada.

    Blogsaludos

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  8. Ay, ese "tenemos que hablar" como duele...

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  9. Esperanzador o temido "tenemos que hablar". Pero al fin y al cabo dos no discuten si uno/a no quiere.
    Besos a pares.

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  10. Si, me sueña chungo, porque cuando hay algo bueno que decir, se dice sin anuncios... me sumo a quienes les huele a premonición.
    Besitos soñadores.

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  11. Sueños premonitorios... El fin, según la premonición de cada lector-a.

    Besos

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  12. Se pasa muy mal en esas situaciones. Esa dichosa frasecita es de cuidado.
    Un beso.

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