Costaba cerrar la puerta de su trabajo, en el portal de su edificio la llave entraba con dificultad y la cerradura de la puerta de su casa funcionaba mal. Cuando un amigo le comentó irónicamente que todas las puertas de su vida daban problemas, entendió al instante por qué nadie había ocupado hasta ahora su corazón.
Uhmmm...nos has hecho pensar, no será que nos olvidamos del engrase y mantenimiento de esa importante pieza.
ResponderEliminarBesos a pares.
¿Le costaba trabajo abrirlo?
ResponderEliminarMuy bonito, su.
Un beso.
Al corazón no se le puede poner puerta blindada. Muy bueno. Saludos
ResponderEliminarQué bonito! cámbiale la cerradura ya!
ResponderEliminarMe gustó, Su!
Saludos!
Hasta que encuentre a un buen cerrajero que le cambie todo ;)
ResponderEliminarCoincido con Su: un buen cerrajero obraría milagros
ResponderEliminarBonita metáfora, espero que llegue pronto ese cerrajero. Besos
ResponderEliminarUn corazón en busca de cerrajero, magnífico micro. Da para pensar.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, le cuesta abrirlas, pero las abre ¿no?. Ya llegará
ResponderEliminarlo bueno cuesta trabajo,
ResponderEliminarMuy bonito
un saludo
muy bueno el micro Su!
ResponderEliminarme quedo por aqui
un abrazo
Lo de las llaves y las puertas es cuestión de "toque" :-) incluso en las del corazón. Precioso texto.
ResponderEliminarSaludillos
Muchas gracias a todos-as.
ResponderEliminarQuizás sea mejor no tener cerraduras, no?
Abrazos
Bueno, está claro que tienes que engrasar la cerradura o cambiarla o darle la llave a alguien mañoso... pero eso de tener el corazón cerrado ¡no puede ser!
ResponderEliminarAbrazos
De lo básico a lo fundamental. Un viaje con llaves que tienen una combinación especial.
ResponderEliminarEstupendo.