sábado, 2 de octubre de 2010

Volver a empezar



Se levantaba cada mañana antes que el sol, y ya cuando los primeros rayos de luz acariciaban su piel, la energía había invadido su cuerpo. Así pasaba el día, no importaba que las nubes o la lluvia amenazaran, ella brillaba con luz propia.
Sólo bajo la luz de la luna, cuando sus energías comenzaban a flaquear, era cuando se permitía llorar, vaciarse al completo para, con los primeros rayos del sol, volverse a cargar plenamente.

11 comentarios:

  1. Es curioso: se supone que las mujeres estamos más vinculadas con la luna, pero tu protagonista se rige por el sol. No se deja influir, en realidad: es ella quien elige.
    Un beso, Su.

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  2. Quizá por eso Belén, lloraba solo cuando salía la luna, rigiendo sus emociones, ayudando a soltar...
    abrazos de solyluna

    "guitar"

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  3. Mi mamá siempre me aconsejaba: no tomes una decisión importante de noche, la noche entristece y hace que lo malo se vea peor. Pero si es para para recomenzar, sabia decisión 'descargarsé'.

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  4. Yo hace años que procuro no hacerme mucho caso por las noches... espero a que salga el sol para tomarme en serio. Es cierto que por la noche, en soledad, todo parece más... Más.

    El Yin y el Yang bailan en tu relato.

    Un beso Yin.

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  5. Las noches son más frías, más tristes, no hay ruidos y para colmo es cuando uno se siente más solo...el sol suele cambiarlo todo.

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  6. Le agradezco tanta hermosura.
    La noche nos permite tanto!.

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  7. Triste ritmo el de esta ¿chica?
    Un beso.

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  8. La tristeza es bella y llorando una persona puede encontrarse muy cerca de sí misma. Tal vez por eso esta chica de sol brilla tanto, cada noche se encuentra con ella misma para poder entregarse cada día a los demás.

    Un beso brillantemente oscuro

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  9. El ritmo de las mareas, de las olas, de las lunas, de la vida...
    Vaciarse en soledad.

    Precioso Su

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  10. Sin duda, una persona conectada con el mundo. Buena base literaria.
    Un abrazo,
    PABLO GONZ

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  11. Si toca caminar, no hay tiempo para llorar. ¿Cuánto peso aguantamos de día que se nos hace imposible de noche?

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