Los dedos de nuestras manos se entrelazaban fuertemente, pero nuestros cuerpos cada vez estaban más lejos. Era como si un fuerte viento quisiera separarnos y nosotros nos resistiéramos a ello. No queríamos ver la realidad.
El dolor de ser arrastrados nos hizo mirarnos a los ojos. Justo en ese momento, la calma llegó.
El dolor de ser arrastrados nos hizo mirarnos a los ojos. Justo en ese momento, la calma llegó.
Ya veo que hoy en nuestros blogs entrelazamos las dos un par de manos...y las dos para expresar cariño ;)
ResponderEliminarQué bonito Su, a veces lo que más acerca es mirar a los ojos, verdad? ahí está la verdad del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo entrelazando las manos y los cuerpos
ja ja, la palabra de verificación es "susea" aquí entre Sus me siento rara...
Sigamos Suseando pues...
ResponderEliminarSupongo que este es de esos relatos que a cada uno le cuenta una historia. Hay mucha sabiduría en tus palabras... como es habitual, mpl.
Sí, Susear es siempre un placer.
Este es un relato muy bien escrito en todos los sentidos. Cuenta con las palabras justas justo lo que quiere contar, dejando puertas abiertas para que cada cual termine de imaginarlo. Me gusta sobre todo el estilo, muy sobrio.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ
Es muy agradable comenzar el día con manos a las que el afecto entrelaza.
ResponderEliminarUna caricia para el alma.
Que no, que no, que si se miran y llega la calma ni el viento ni un huracán puede con ellos...
ResponderEliminarMuy bueno Su, lo importante es no soltarnos aun en los tiempos difíciles, mirarnos a los ojos.
ResponderEliminarUn entrelazado abrazo
Tocaya, sí, hoy aparte de las manos se entralazaron nuestras inspiraciones y nuestros blogs, me alegro de ello.
ResponderEliminarAnita Dinamita, Reltadamente tuya, las miradas lo dicen y transmiten todo, otra cosa es que queramos verlas. Hoy nos damos un abrazo entrelazado.
Kum, para mí también es un placer... ¿qué más te puedo decir? Muchas gracias
Pablo, Patricia, gracias por sus palabras.
Gracias Daniel, siempre intentemos mirar a los ojos, si.
A veces el viento!... Muy bonito.
ResponderEliminarRotunda verdad
El viento sopla en bullicioso callar nuestro irremediable amor. Mañana, quizás.
ResponderEliminarBlogsaludos
En la fuerza de la mirada reside el hechizo que calma la tempestad.
ResponderEliminarEvocador y precioso texto.
Besos a pares.
Qué tendrán las miradas, que hasta paran vendavales. Muy bonito, Su
ResponderEliminarEs difícil mirar a los ojos, porque si se sabe mirar no ocultan nada.
ResponderEliminarHay una canción que dice... no mires a los ojos de la gente, me dan miedo, siempre mienten...
ResponderEliminarYo creo más bien que nos dicen tanta verdad, que queremos creer que es mentira.
Abrazos sinceros
Tan cerca y tan lejos.
ResponderEliminarMuchas veces creemos que estar juntos es suficiente.
Caer uno en los ojos del otro es un buen comienzo, para mirar en la misma dirección
Un abrazo
Gracias Bicefalepena. No hay nada como mirarse a los ojos para saber si caminamos en la misma dirección, sí.
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