Quiero saber como llegar de mi mundo al tuyo, pero me lo pones difícil. Siento que mis palabras se pierden en medio del temporal una tras otra. Cuando vea algún claro te las haré llegar. Esta vez, bien hiladas.
Conozco a tu persnaje, he padecido el mismo problema. De ahí, tal vez, esta compulsión por escribir. Tus palabras no se pierden, llegan seguras al destino propuesto. Saludos cordiales.
Te había escrito un comentario, pero no sé que demonios he tocado que se esfumó...bueno, en el decía que te agradecía tus comentarios en mi blog, que me ha encantado enormemente encontrarte pues veo que escribes con el alma...y además acompañas con buena música tus letras, así que me quedaré por aquí paseando tocaya, a la espera de nuevas historias. Un sincero abrazo.
Conozco a tu persnaje, he padecido el mismo problema. De ahí, tal vez, esta compulsión por escribir.
ResponderEliminarTus palabras no se pierden, llegan seguras al destino propuesto.
Saludos cordiales.
Hablas con los ángeles, que guay, es cuestión de hilar y esperar un claro.
ResponderEliminarDe algun modo, siempre espero un claro. Lindo!!!
ResponderEliminarA veces en el silencio hay más tempestad que en las palabras.
ResponderEliminarSaludos
Hay temporales en los que no se oye nada, por más que uno grite
ResponderEliminarTe había escrito un comentario, pero no sé que demonios he tocado que se esfumó...bueno, en el decía que te agradecía tus comentarios en mi blog, que me ha encantado enormemente encontrarte pues veo que escribes con el alma...y además acompañas con buena música tus letras, así que me quedaré por aquí paseando tocaya, a la espera de nuevas historias. Un sincero abrazo.
ResponderEliminarLo mejor es el sonido del silencio, cuando no hacen falta palabras.
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