domingo, 20 de enero de 2013

Entre el placer y la necesidad



Sus encuentros alternaban entre la necesidad y el placer. Eran dos almas solitarias que se ocultaban tras unos cuerpos que buscaban el contacto. Cuando la unión era provocada por el placer, el tiempo dejaba de existir, se fundían en un mismo ser y creían estar hechos el uno para el otro. Si la necesidad les reunía, aunque sus cuerpos se abrazaran, un gran vacío separaba sus almas. Jamás supieron decirse lo que anhelaban, mas nunca dejaron de disfrutar de los encuentros fortuitos en los que cuerpo y alma se convertían en uno.   

5 comentarios:

  1. Si ese duo de necesidad y placer lo convertimos en un trío con el amor, entonces si el disfrute será completo y ese vacío desaparecerá. Lo siento sigo creyendo en el amor.
    Besos de gofio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también sigo creyendo en el amor, Gloria, pero no en el basado en la necesidad.

      Besos aprendices.

      Eliminar
  2. Qué malo amarse por necesidad... qué viva el placer!
    Besitos

    ResponderEliminar
  3. Son bálsamos. Y a veces sirven. El resto, ya es moral.

    ResponderEliminar

Comparte palabras...