No sólo regresó ella sino todos sus recuerdos. No sabe qué le encrespó más su corazón. No quiere volver a tener tanta compañía. No desea volver atrás. No la aguanta a ella, pero menos a sus recuerdos. No llora por el pasado, cree que lo hace por lo que se le viene encima. No le gusta decir no. No cierra los ojos. No deja de caminar. No más noes.
Es hora del sí.
Sí.
ResponderEliminarPues sí, ¿no?.
ResponderEliminarLuego lo releo que creo que no acabé de pillarlo.
O de aprender a decir NO, que también cuesta.
ResponderEliminarYa era hora de que viera la luz que tiene el sí, de pensar en sí misma, de no tener miedo a la autoafirmación.
ResponderEliminarA veces, cuando dices NO a algo, te estás diciendo SÍ a ti misma (¿o no...?) :o)
ResponderEliminarUn abrazo.
Toda una declaración de intenciones. Me quedo con las dos últimas frases, muy buenas.
ResponderEliminarEn definitiva, ¿Para qué decir "si" o "no"?
ResponderEliminarHay que decir "sí" a tantas cosas... pero no olvidarnos del "no" para todo aquello que no queremos...
ResponderEliminarA veces el pasado pesa, es mejor decir que sí al presente.
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