Se movían en un continuo entre el amor y el odio. No aguantaban juntos ni lo que tardan las agujas del reloj en dar una vuelta completa, pero el sufrimiento del uno se clavaba en el corazón del otro. Con el pasar de los años apenas consiguieron mirarse a la cara, el amor se enquistó y el odio se enfrió. Ahora le acompaña en la habitación de un hospital. No hay amor, no hay odio, sólo un “Hay que estar”
La cruda realidad de muchas personas, aquí muy bien descrita en pocas palabras...La fuerza de la costumbre, la rutina y el mirar hacia otro lado.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Y a veces no queda ni eso, si queda un "Hay que estar" al menos queda humanidad, y esa es una buena base para vuelvan a reverdecer otrss cosas, siempre hay que tener esperanza. Besos no porque hay que estar, si no porque me encanta venir :)
ResponderEliminarSi uno está donde tiene que estar no se le puede pedir más. Bastante pesa hacer lo correcto como para pedir sentimientos que no hay. Estar a veces es sacrificio de sobras.
ResponderEliminarMe suena!!! Un besito Su.
ResponderEliminarLa historia de mis viejos :(
ResponderEliminarNo podría haberles sucedido cosa peor!!!
ResponderEliminarHorriblemente triste.
Un beso Su
Yo lo veo triste, pero no horrible. Creo que es la historia de muchos dé esa generación del "hasta que la muerte nos separe". Y ese "hay que estar" es resignado, triste, pero también comprometido con la otra persona. Me ha gustado mucho tu manera de contarlo
ResponderEliminarSaludillos
Cuantas cosas hay encerradas en ese "hay que estar" y lo importante es que como hay que estar, está y en el fondo, no están solos.
ResponderEliminarAbrazos
Al menos queda esa obligación, ese compromiso ¿no?. Ya es más que otras situaciones. Me gustó. Muy real.
ResponderEliminarQué triste es tener que estar acompañado para no sentirse solo...
ResponderEliminarUn abrazo
Una historia dura que, me temo, se repite una y otra vez en cientos de hogares. Un abrazo.
ResponderEliminarHistorias que se repiten mucho, si.
ResponderEliminarHistorias pasadas que condicionan enormemente el presente, lo vuelven frío, gris.
Abrazos con mucho cariño.
De una gran belleza pero triste Su, Mi padre está en esas circunstancias ahora mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Triste, árido.
ResponderEliminarPABLO GONZ
Daddy's gone
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