miércoles, 23 de noviembre de 2016

Caminante no hay camino...



Dejaste rastro. No sé si intencionado o no, pero tus pasos también guiaron mi vida. Tanto, que cuando se borraron tus huellas, perdí el rumbo. 
Hoy he podido mirar hacia atrás, y me he sorprendido, sí. Mis pasos también están marcando un camino.  

2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Soy Santi y vendo directo desde La Casa del Nómada (donde te invito a entrar si quieres).

    Te sigo desde hace tiempo y he visto esta breve entrada y no he podido resistirme a leerte y comentar. Me parece un relato breve pero, a la vez, cargado con una gran historia.

    Muchas gracias por compartirlo con nosotros.

    Desde ya tienes un nuevo lector asiduo.

    ¡Un saludo!

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