El tiempo
paró y yo simplemente dejé de existir. Pasé a formar parte de las ausencias, de
los recuerdos efímeros de lo que fui en algún momento. Mientras, tú, sigues intentando
hacerte presente en el olvido. Supongo que hasta que te pierdas en él y te des
cuenta de que no eres nada.
Un relato duro. Celebro leer tus letras, que te prodigas poco.
ResponderEliminarCaray, tiene dos sentidos, para mi, claro. Uno llega al desamor, el otro me acerca a la canción Blanca Mujer de Robi Draco Rosa: una lectura hecha por la muerte.
ResponderEliminarSaludos.
Y tanto que no somos nada. Y, sin embargo, sin esta nada, no habría blog y aún habría menos.
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