domingo, 4 de noviembre de 2012

Menos lobos


Decían de mí que era un lobo. No lo creo. Puede que al principio si creyera que todas caerían a mis pies. Pero, ahora me doy cuenta, el tiempo de Caperucita ya pasó.  

De pequeño me educaron para ser un machote; que si los hombres no lloran, que si somos los mejores, que cuantos más sepan de mis affaires mejor y siempre, siempre, es mejor dejar claro quien lleva los pantalones.  
Yo lo intentaba. Cuando salía de casa era el lobo fiero que iba a comerme el mundo; pero, cuando volvía, no era más que un lobo herido.   
Ellas eran listas. No me hablaban de mis grandes orejas, ni de mis bonitos ojos saltones o mis enormes manos. Se insinuaban muy bajito a mi oído para no poderles escuchar y demostrarme que el tamaño no es lo que importa, se desabrochaban sutilmente los botones de su camisa para que los ojos se me cayeran al suelo, me pedían que les desabrochara el sujetador sólo para reírse de mi poca traza.
Pero todo cambió cuando les conté lo acomplejado que estaba por lo pequeñas que eran mis orejas, mis ojos, mis manos,… Como me hacía pasar por un poco sordo, acercaban su rostro al mío para hablarme; si bajaba la mirada, posaban mi cabeza en su pecho; como me veían tímido, ellas mismas se desnudaban y me ayudaban a desnudarme.   
Sí, ciertamente, los tiempos del lobo ya pasaron. Ahora es el tiempo del perrito faldero que mueve el rabo sólo para que le tiren un hueso.  

12 comentarios:

  1. Me gusta que creo que has logrado muchos niveles de lectura, cosa admirable y envidiable. Me quedo meditando sobre alguno de ellos.

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    1. Gracias Cybr, espero que te sea de interés la reflexión.

      Abrazos

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  2. Divertido. Ingeniosos.

    Parece que no crees mucho en los lobos feroces.

    Todo es cuestión de fé.

    Bonita historia.

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    1. Gracias Amapola. Hay de todo, como tú dices, es cuestión de fe.

      Abrazos

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  3. Un micro que se hunde en el corazón de la verdad, Su y eso es lo que lo engrandece como pieza.

    Estoy conovencido de que siempre es mejor la ternura que la fuerza.

    Gran trabajo.

    Un abrazo,

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    1. Muchas gracias Pedro, me alegra que te haya llegado.

      Abrazos

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  4. Los lobos no son lo que era, pero la ternura siempre tiene la misma fuerza si se cuenta como tú la cuentas.
    Un beso.

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    1. Gracias CDG, desde luego que el corazón tiene más fuerza...

      Besos

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  5. No confundas perro faldero con animal tierno,dulce,amoroso,tolerante, pacífico... no es lo mismo!
    Y si, los lobos menos lobos porque ya no cuelan ni gustan.
    Besos de gofio.

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  6. Entre el lobo feroz y el perrito faldero acomplejado hay un término medio de buen compañero seguro de sí mismo que, si da con él, encontrará el camino a la felicidad.
    Un abrazo

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