viernes, 14 de septiembre de 2012

No sabían lo que hacían



Hace muchos, muchos años, los habitantes del Planeta vivieron una época muy dura que supuso el fin de sus días. A lo largo de su existencia fueron construyendo un mundo a su antojo, donde eran ellos quienes movían las piezas necesarias para obtener siempre los resultados que más les beneficiaban. Se sabían…, se creían todopoderosos.
Se juntaron formando familias, se apoderaron de partes del Planeta, generaron riquezas, se entusiasmaron con la idea de que cuanto más tenían, más poderosos eran. Pero eran muchos seres los que pensaban igual y los que no querían quedarse en el camino. E inventaron la trampa, la mentira, la estafa.
Con el tiempo, mientras unos eran cada vez más ricos y se centraban únicamente en aumentar sus ganancias y no perder lo obtenido, otros eran cada vez más pobres, y por lo único que luchaban era porque no les robaran lo poco que les quedaba.
En esta batalla, de unos y de otros, fueron quedándose solos. Se olvidaron de quienes tenían a su lado y abandonaron sus cuidados. Arrinconaron el amor y mataron al Planeta. 

10 comentarios:

  1. Un sencillo retrato de la realidad actual, pero creeme si te digo que puede que el planeta nos aniquile primero a nosotros. La raza humana no aprende de sus errores.

    Besos.

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  2. Es perturbador cuán predictivo puede llegar a ser este microrrelato, Su. Es su esquema de acción más que posible el que consigue desasosegar al lector. Desde el propio título -de tipo catafórico- y con una prosa clara y bien escogida, nos llevas a sentir que la situación puede volverse real en menos tiempo del que pensamos.

    Un abrazo,

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  3. Ahora quiero una continuación. Una segunda parte en la que aparezcan los que se dan cuenta. Los que buscan el amor y cuidan el planeta. Porque también existen. Porque están ahí. Porque estás ahí.
    Saludillos

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  4. Las guerras aunque sean de dinero son horribles. Con ellas perdemos todos.

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  5. Desolador.
    Muy bien contado, Su.
    Saludos.

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  6. Sí, es como una foto de nuestra casa La Tierra, solo espero que los que soñamos con otra realidad podamos cambiar esa historia.

    Besitos

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  7. Como dice Puck, para estos cuentos Su, la continuación, no nos dejes con la tristeza y la esperanza perdida.

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  8. Muchas gracias... Esperemos que el amor, el respeto, la generosidad nunca se dejen arrinconar.

    Puck, Eskimal, les invito a hacer también una segunda parte.

    Abrazos

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  9. Se lee muy bien. Yo creo que sí sabían los que hacían, pero el problema era que no les importaba más que el presente, el yo. Es bueno hacer pensar sobre estos temas.

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