El sonido lento y pausado de las
campanas llena las calles. Calles vacías de gente que duerme la siesta. Gente que
hace un paréntesis de vida convencida que sólo es un punto y seguido. Cada campanada
acompaña el silencio de un alma que vuela. Alma que se va en busca de una mejor
vida.
¿Mejor que durmiendo la siesta? Muy bueno debe ser eso.
ResponderEliminarMe gusta lo del paréntesis de vida.
Gracias, abrazos.
No sé si mejor o peor...
EliminarPero gracias, Jose Luis.
Abrazos
Su, melancolía a granel despide este relato en el que la quietud solo reside en la parte central de estas palabras, no en su conjunto.
ResponderEliminarMe gustó esa quietud que describes y el final que lo moviliza todo.
Bessets.
Gracias, Nicolás. Si se percibe esa quietud me alegro. No sabía muy bien como expresarla.
EliminarGracias
Suena bien eso de irse al son de las campanadas. Me lo apunto!
ResponderEliminarBesos
Nos vamos con ritmo...
EliminarBesitos
Me cagó en las campanas. Me han despertado de la siesta.
ResponderEliminar:-)
Beso, Su
Jajaj, ya ves, llegó tu punto y seguido.
EliminarMe encantó, Su, eso de la siesta como un paréntesis, un punto y seguido. Las almas que vuelan son un punto y aparte definitivamente.
ResponderEliminar¡Me hizo reír Torcuato con su comentario!
Beso grande,Su!
Gracias Sandra.
EliminarUn beso.
Almas que sueñan al compás de las campanas ¡qué imagen tan bonita, Su!
ResponderEliminarUn beso.
Y que vuelan...
EliminarUn beso
Sólo una campana se oponen al viento, que diría Benedettí. Diría si no estuviera tan ocupado muriéndose.
ResponderEliminarBesos payasos.
Y tú que dirías?
EliminarBesos
Iba a echarme la siesta pero lo dejo por si acaso mi alma se confunda y siga al punto y parte en vez del al seguido. Saluditoss!
ResponderEliminarJajaja, tú duerme siestas y sé feliz.
EliminarBesos
No sé que pensar, Su. Me mosquea eso de que cada campanada acompañe un alma que vuela.
ResponderEliminarBesitos
Esta historia está basada en la tradición de tocar las campanas de la iglesia cuando alguien muere.
EliminarFue un momento de sobremesa, en que las campanadas lo invadieron todo.
Besitos
La voz de la marcha; la campana.
ResponderEliminarUn saludo
La despedida.
EliminarUn saludo
Muy poético. He escuchado a esa campana.He visto un alma volar.
ResponderEliminarUn beso.
Si lo has sentido, supongo que prueba superada, no?
EliminarBesos
Aparte de lo bonito de las imágenes, me impresiona cómo consigues transmitir esa lentitud, casi se palpa el silencio entre las campanadas.
ResponderEliminarUn saludo
Lo ideal es soñar también despierto. Muy bello.
ResponderEliminarSoñar sonar soñar....me gusta!
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