Descolgó el teléfono, cerró con llave la puerta, desconectó la televisión y el ordenador. Ya dispuesto a meterse bajo las sábanas para olvidar el año que se le venía encima, se quedó petrificado frente al espejo de pared que tenía frente a la cama. Un hombre con el pelo gris, arrugas en la cara y una sonrisa bondadosa le dijo: “Y no intentes escabullirte, que no te va a servir de nada”
¡Que cabrón!. Eso se le dice por la mañana que ahora no va a dormir bien.
ResponderEliminarQué terrible la vejez, el paso del tiempo. A mí me da más miedo que la propia muerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha recordado el comic "arrugas" de Paco Roca...trata la vejez de forma maravillosa.
ResponderEliminarUn abrazo Su!!!!
Su, ya lo leí en FB y me gustó. Es estremecedor comprobar que la vejez no falla, te conquista y se queda.
ResponderEliminarBessets.
PD: Aprovecho para desearte un buen cumpleaños y que soples todas las velas, con un deseo en mente.
Lo irremediable cuando llama a la puerta, llama para entrar si o si. Devastadoras palabras, si. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Hay que mirarse al espejo a menudo, para no llevarse sorpresas
ResponderEliminarYa no le basta con decirlo por las mañanas que ahora también se jacta de hacerlo por las noches, en lugar de desearte felices sueños, ay, cómo está el reflejo del hogar.
ResponderEliminarYa no le basta con decirlo por las mañanas que ahora también se jacta de hacerlo por las noches, en lugar de desearte felices sueños, ay, cómo está el reflejo del hogar.
ResponderEliminarYa no le basta con decirlo por las mañanas que ahora también se jacta de hacerlo por las noches, en lugar de desearte felices sueños, ay, cómo está el reflejo del hogar.
ResponderEliminarMe ha gustado, muy bueno y contundente. Como decìan por ahi arriba, cuando llama a la puerta lo incontundente, llama para entrar sì o sì.
ResponderEliminarSara M.
mientras esa frase no se la diga la conciencia, lo demás está bien, es ley de vida
ResponderEliminarsaludos
Raúl
www.maestrazgomagico.com
Como debe ser, pasa y pasa, por eso hay que disfrutarla. Algo triste el relato, pero realista
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