Fueron como uña y carne desde siempre. Compartían sin reparos ropas, cariños, secretos, penas y alegrías, pensamientos,… hasta que llegó aquel hombre y tuvieron que jugárselo todo a la carta más alta.
Este relato ha sido publicado en el blog Escríbeme una ilustración y forma parte del proyecto de Clara Varela donde a partir de sus ilustraciones nos anima a contar una historia.
La suerte solamente se decide con otra suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Reproduzco mi comentario allá: Muy bueno, me gustó. Aunque tampoco nadie dice que acabaran a mal, sólo que hay una cosa que no querían compartir.
ResponderEliminarHay muchas lecturas en ese micro. ¿Se lo jugaron porque no se ponían de acuerdo, quien ganase se lo quedaba o simplemente se lo quedaba en primer lugar y lo otra tenía que esperar su turno? Si se lo jugaban, ¿él es importante o sólo parte del juego?
ResponderEliminarTampoco sabemos si la habían hecho antes, si después siguieron tan amigas; a lo mejor, se lo jugaban todo a las cartas o ¿no?
¿Estoy yo espesa? Va a ser lo último. Un beso de puente.
La verdad es que el trabajo de Clara es buenísimo, y ha sabido como explotar a la perfección una imagen, y es nada más y nada menos, que con un buen relato que la acompañe. Un abrazo.
ResponderEliminarRealmente bueno.
ResponderEliminarEl corazón del Rey de corazones ni imagina lo que es.
ResponderEliminarla vida es así, parece estable hasta que un día debemos jugárnoslo a cara o cruz
ResponderEliminarTe lo repito. Me gustó mucho. Hombres!!!! si supiieran que también nosotras nos los jugamos a veces a las cartas. Me gusta el enfoque femenino de esta historia.
ResponderEliminarEl corazón del Rey de corazones no sólo podía latir.
ResponderEliminarAsí me gusta más.
Gracias Su!
Me gustó, Su. Qué gustazo participar en este proyecto.
ResponderEliminarUn beso.
Es dura la vida del objeto "sexual".... que se le trate como premio de una partida....
ResponderEliminarSi Luisa, hay tantas lecturas como lectores de este relato.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos-as, ha sido un placer haber podido participar en esta iniciativa de Clara.
Abrazos repartidos.