Decidió practicar eso que había leído sobre sueños lúcidos. Era algo que nunca había escuchado, pero ¿por qué no probar? Al fin y al cabo estaba cansada de que todos los sueños surgieran cuando ella menos los esperaba y que fueran pesadillas, porque últimamente, cuando los tenía, siempre se despertaba aterrorizada.
No, quería un sueño bonito, dulce, tierno, que se despertara con la sensación de haber sido feliz esa noche. Y con esta intención, se puso manos a la obra.
Tras varios intentos desmoralizadores, en los que acabó durmiéndose profundamente y perdiendo el hilo de su “película”, al final lo consiguió. Ahí estaba, junto a él, bailando al son de la música, bien abrazados, porque había decidido que en ese sueño bailar era lo mejor que se le daba. Bailar y amar, pues a medida que avanzaba el baile, sus cuerpos se fundían cada vez más. Tanto que, en el momento en que comenzaron a saltar las primeras chispas, despertó sobresaltada. Se olvidó de tener en cuenta que tenía auténtico pánico al fuego.
No, quería un sueño bonito, dulce, tierno, que se despertara con la sensación de haber sido feliz esa noche. Y con esta intención, se puso manos a la obra.
Tras varios intentos desmoralizadores, en los que acabó durmiéndose profundamente y perdiendo el hilo de su “película”, al final lo consiguió. Ahí estaba, junto a él, bailando al son de la música, bien abrazados, porque había decidido que en ese sueño bailar era lo mejor que se le daba. Bailar y amar, pues a medida que avanzaba el baile, sus cuerpos se fundían cada vez más. Tanto que, en el momento en que comenzaron a saltar las primeras chispas, despertó sobresaltada. Se olvidó de tener en cuenta que tenía auténtico pánico al fuego.
Me encantó el final, Su, muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
Un cuento muy bien llevado, Su. A mí el final fue lo que menos me gustó (para que veas la variedad de lectores que hay). Encuentro que el argumento envuelve muy bien al lector, que le permite eso de acallar su voz interna. Eso es el primer logro de toda literatura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Yo he volado con sueños lúcidos Su, contigo!!!
ResponderEliminarPero no teníamos miedo a las alturas
Abrazos
Muchísimas gracias Belén.
ResponderEliminarPablo, es cierto, como dice el dicho, para gustos colores, pero muchas gracias por tus consejos, como buena Aprendiz, me vienen muy bien.
Sí, Anita, que pena no haberlo vivido yo también ¿o soñado?, pero por lo que me contaste fue una experiencia estupenda.
No os ha pasado que habéis despertado de un sueño, al momento volvéis a dormir y retomáis la trama del sueño otra vez. Pues superada la fase de las chispas a por la siguiente.
ResponderEliminarEstupendo relato, sobre todo el final inesperado.
Besos a pares.
El fuego purifica. Lindo blog, lindo post. Saludos y nos estamos viendo.
ResponderEliminarSi es que somos fuego. Fuego que si se sujeta suelta chispas. Será mejor arder como hogueras abrazados al ser amado. Es hermoso consumirse por amor, aunque sea en sueños.
ResponderEliminarBuen buen relato!!!! Felicitaciones!!!!
ResponderEliminarTantas palabras llenas de historia.
Los invito a pasar por mi extraño blog. Hablo de dos personas: una real (yo?) y otra sobre el personaje que acaparó toda mi atencion y me llevo a seguir su trabajo y recopilar toda su obra.
Gracias.
Muchas gracias a todos-as por pasarse.
ResponderEliminarSí, Gemelas, a veces me ha pasado y lo he intentado, ya el final es a gusto del consumidor.
Coincido con Pablo en lo del final. Para mi pierde el sentido de lo lúcido del sueño. Lo de bailar si me ha gustado. No se por qué se me han venido a la cabeza los derviches. Fusión con el todo a través del baile.
ResponderEliminarUn beso Su.
Un beso soñadora, permiso concedido...y sigamos soñando siempre.
ResponderEliminarJo Su, pongámosle que supera su miedo y deja que salgan chispitas!!! Me gusta más, aunque eso solo pasa en sueños, en la realidad si que están los miedos... Besitos, me encantó.
ResponderEliminarFuego baila contigo.
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