Tras tropezar varias veces en la misma piedra se limpia las
rodillas, sacude la ropa y acicala el cabello. Es hora de cambiar de camino. Si
vuelve a caer que sea con un canto alegre.
Me gustaría saber como llegarte, pero confundes mis caminos.
Decido sentarme a descansar, no sé si merece seguir buscándote. Cuando creo
tenerlo claro vuelves a girarme las señales del revés. No me pierdas, que
cuando me busques quizás no me encuentres.